lunes, 18 de septiembre de 2017

La chica de las trenzas

Me duele saber que ya no estás conmigo, me duele saber que los días que solíamos tomarnos de la mano quedaron en el pasado, sé que el tiempo cura las heridas, pero es difícil olvidar aquellas pláticas que solíamos tener, se me hace difícil continuar escribiendo algo que nunca pasó, tratar de crear momentos que solo yo he tratado de imaginar  día a día tratando de olvidarte, pero la verdad no es esa, te conocí gracias a tu amiga y siempre estaré agradecido con ella, por darme esa oportunidad de conocerte, sé que al principio todos decían que me gustaba tu amiga, quizás fue verdad, pero gracias a ella pude conocerte, gracias a ella me di cuenta que la persona que me gustaba eras tú, me empezó a gustar el brillo de tus ojos, las carcajadas que se escapaban entre platicas que solías tener en tu grupo de amiga, te veía a lo lejos sin que te dieras cuenta, me encantaba verte porque me alegrabas los días, esa sonrisa tan contagiosa que tenías, solías ir a la universidad con dos trenzas que te quedaba tan bonito, me hacía recordar a maría la novela de Jorge isaacs, me hubiera encantado tocar tu cabello, quizás fui un cobarde o de aquellos personaje que aparecen en las novelas con recelo de decir lo que siente por temor a ser rechazado, quizás el miedo me ganó en esos tiempos y no te dije nada, me arrepiento por haber dejado pasar esa oportunidad de luchar por una persona que valía la pena, sé que ahora ya no hablamos y no sabes cuánto te extraño, aún recuerdo cuando… ha pasado un buen tiempo y lo peor es que ni siquiera te puedo ver, ahora estudiamos en turnos diferentes, pero me encantaría volverte a ver, saber cómo has estado, decirte que a pesar que el tiempo sigue avanzando todavía me sigues gustando como aquella mañana cuando te conocí… seguiría escribiendo lo feliz que fui cuando te conocí y me tomaría toda la noche y no acabaría, pero sería engañarme a mí mismo, y solo me queda aceptar que te perdí una vez más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario